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Revista de Cultural Survival Quarterly

Artículos

Después de recorrer más de 20,000 kilómetros a través de 1 territorio, 6 provincias y 14 ciudades, James Makokis (Cree) y Anthony Johnson (Navajo/Diné) son la primera pareja Indígena Dos Espíritus en ganar La Gran Carrera de Canadá. Su aparición en el programa de telerrealidad (reality televisivo), en una carrera agotadora por Canadá y el mundo, sirvió como oportunidad para confrontar los estereotipos, la homofobia, ignorancia, racismo y, para crear conciencia sobre los problemas que enfrentan los Pueblos Indígenas en Canadá y Estados Unidos.

 

Como mujer Diné Queer, me siento bienvenida en la comunidad inter-tribal de los Dos Espíritus. Además, siento la obligación de actuar para ayudar a construir el entendimiento y la inclusión en nuestras propias comunidades Indígenas y, ayudar a educar e informar a los compañeros y socios sobre un movimiento cada vez mayor que es el Orgullo Diné.

 

Como en muchos países de Asia, la comunidad LGBTQIA+ en Filipinas continúa experimentando una discriminación desenfrenada, la mayoría de la cual no se denuncia. Las personas del colectivo trans en Filipinas generalmente se ven privados de sus derechos políticos, económicos, culturales y humanos, tal como la negación de acceso al servicio público y de la admisión a instituciones educativas y empleos, o la expulsión de estas, el trato desigual en los lugares de trabajo, el acoso y violencia.

 

Como hombre gay Indígena, no ha sido fácil. Tuve que enfrentar el rechazo de la familia y la comunidad, y tomé la decisión de huir del ambiente de violencia y discriminación que existe en Honduras. Siempre he dicho que los gays aborígenas enfrentamos una discriminación doble o triple, primero por ser Indígenas, luego por ser gays y, finalmente, por tener recursos económicos limitados. Con dinero, todos te respetan. Muchos gays son expulsados de sus hogares y sus familias en base a principios disfrazados de moralidad o cuestiones religiosas.

 

Me identifico como bisexual. En nuestro idioma Emberá no hay traducción para personas bisexuales, transgénero o intersexuales, solo existe hombre o mujer. En la nación Emberá, recientemente, las mujeres trans se han vuelto más visibles. En nuestro idioma, trans se dice WERA PA (mujer falsa), que denota la complejidad del asunto. He conversado con ancianos y me han contado que siempre ha habido mujeres lesbianas, hombres homosexuales y trans, pero ha sido un tema tabú.

 

¡Soy activista en idioma y cultura Khoe!, con sede en “Hui! Gais", que es el nombre original de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El lenguaje es un pilar fundamental para entender la manera en que una comunidad se ve a sí misma y al mundo en que habita. Su comprensión sobre el mundo está formada por los cientos de palabras que permanecen después que estas palabras fueron eliminadas.

 

Nosotros los Guna, somos un pueblo que está en dos Estados, una comunidad en Panamá y dos en Colombia, en el campo y la ciudad. Vivo en la región de Guna Abya Yala. He vivido en Medellín desde que tenía 7 años y ahora tengo 26. Estoy terminando mi último semestre en comunicación audiovisual, soy productor audiovisual y gerente cultural. Mi empresa, sentARTE, trabaja para promover la diversidad étnica y de género.

 

América Latina está tomando las calles para reclamar sus derechos colectivos, cansados de años de discriminación y desigualdad. Chile no es una excepción. Es un país donde los Pueblos Indígenas no son reconocidos en su constitución y cuya práctica institucional siempre ha estado acompañada por la violencia del Estado y el incumplimiento de las normas internacionales de derechos humanos. Este es un momento en que el mundo de la filantropía y las organizaciones Indígenas pueden hablar sobre temas LGBTQIA+ después de años de invisibilidad y negación.

 

Tenía muchas ganas de venir al Foro Permanente de Naciones Unidas para conocer a otros Pueblos Indígenas, especialmente a aquellas personas queer, como yo. Cuando pienso en la comunidad Sami, a menudo guardamos silencio sobre los problemas que enfrentamos las queer y a menudo se olvida que existimos. Todavía, hablar sobre este tema es algo tabú en nuestra comunidad, pero la situación está mejorando.

 

La nación isleña de Fiji ha sido durante mucho tiempo una encrucijada en el Pacífico Sur, donde los antiguos vecinos que navegaban en canoa, los exploradores europeos naufragados y las corporaciones multinacionales modernas han generado un impacto en sus costas. Bajo la colonización británica, los iTaukai (fiyianos Indígenas) experimentaron la represión de muchas de sus creencias y prácticas tradicionales, incluyendo la marginación de su idioma, mientras se veían obligados a dejar espacio para los trabajadores del Imperio contratados en la India.

 

Elvis Guerra (Binizá/Zapoteco) tiene 25 años y vive en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, México. El Bia’ni Madsa Juárez López, parte del equipo de Cultural Survival, habló recientemente con Guerra. Él es miembro del Fondo Nacional de Cultura y Artes (FONCA) y recibió el premio CaSa por su obra literaria en idioma zapoteco. Este premio es financiado, entre otros, por el pintor Francisco Toledo, el Centro de las Artes de San Agustín Etla, el Consejo Nacional para Cultura y Artes, el gobierno de Oaxaca, y la Editorial Calamus.  

 

La verdad es que fue el mejor y el peor de los tiempos. Primero, las buenas noticias: la presión bajo el antiguo sistema soviético contra las prácticas religiosas locales se ha relajado y la celebración chamánica del solsticio de verano volvió a estar de moda. Me sorprendió sentirme como en casa. Las personas de la tribu de zOyaha, también nos identificamos como la Gente del Sol. La extravagante celebración de los bailes de las grullas blancas me recordó a nuestras propias canciones ceremoniales que tienen como origen a las grullas.

 

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