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January 10, 2014
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Peru: Exiga Limpieza de Derrames de Petróleo
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Peru: Exiga Limpieza de Derrames de Petróleo

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La Amazonia: conocida por su biodiversidad, sus abundantes ríos, y la riqueza cultural de los pueblos indígenas, es ahora también conocida por los desechos tóxicos dejados durante décadas por la industria petrolera.

Tras días de navegación por el rio Pastaza en la región norte del Perú, se encuentra Nuevo Andoas, una pequeña comunidad literalmente construida con la chatarra de 43 años de extracción petrolera; cuartel general de la empresa Argentina Pluspetrol Norte.  Su concesión cubre tres cuencas dentro de uno de los lugares mas biodiversos en el mundo, la selva Amazonica.

Desechos Tóxicos: 9 mil millones de barriles y la cuenta continua.

Empezando en 1971, se han ignorado los impactos ambientales y sociales en una manera sistemática, lo cual ha producido efectos devastadores en la zona y para los pueblos indígenas que viven allí.  El dueño original de la concesión, la empresa estadounidense Occidental Petroleum ilegalmente botó sus desechos industriales, conocidos como “aguas de producción” directamente en los ríos Pastaza, Tigre, y Corrientes durante 30 años, con un promedio de 850,000 barriles cada día. Los 9 mil millones de barriles contienen sustancias toxicas como bario, plomo, arsénico, mercurio, aluminio, hierro, y cadmio. 

El estado peruano ha reportado 25 derrames ocurridos en el Lote 1AB solo entre los años 2010 y 2011, mientras monitores Indígenas locales han contado más de 100 derrames de petróleo crudo en los últimos 5 años. Esta información, junto con visitas de miembros del congreso a las áreas afectados, hizo que el Estado declarara un Estado de Emergencia Ambiental en Marzo de 2013. A pesar de esa declaración, no ha habido respuesta adecuada para remediar las áreas contaminadas.

La contaminación esta envenenando poco a poco a las comunidades Indígenas que viven en la zona, incluyendo los pueblos Quechuas. Se sabe que alto niveles de metales pesados en la sangre produce cáncer de pulmón, cardiopatía, fallo renal, y daño cerebral entre otras enfermedades. Pero los pueblos indígenas quienes dependen de sus territorios para sobrevivir tienen que seguir pescando, cazando, y sembrando en estas tierras. Se bañan, lavan, cocinan y beben este agua, sabiendo que se están exponiendo a contaminantes tóxicos.

Elmer Hualinga, del pueblo Quechua, vive en Nuevo Andoas con su familia y experimenta este trauma en carne propia. “A pesar de que han anunciado un estado de emergencia ambiental, no tenemos agua, no tenemos alimentos, donde aseguramos  la vida de nuestros hijos?  Es lo mas triste de este mundo. Me da ganas de llorar, romper en llanto, y gritar ‘porque nos hacen esto?’ Pero la realidad es que a eso no hacen caso. Mis hijos van a sufrir las consecuencias: no podrán conocer un ambiente limpio. Eso es una gran preocupación para nosotros los nativos.”

A pesar de que la empresa ha obtenido millones de dólares en petróleo de sus territorios, los pueblos Quechuas todavía carecen de acceso a los servicios básicos y agua potable.  Hay un contraste chocante entre su pobreza y la riqueza del “oro negro” que extraen de 15,000 barriles por día. Después de 40 años, la concesión Lote 1AB vence en 2015, y el estado peruano esta ansioso para renovarla. Pero antes de eso, los pueblos indígenas exigen que el estado remedie el desastre ambiental que se han creado en sus territorios. 

El Estado Peruano tiene que escuchar a gente como Elmer.  (Leer mas)

 

Actúe en solidaridad.
Escriba al presidente del Perú,
exigiendo que limpien las áreas afectadas.