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Las comunidades Indígenas de primera línea abordan el cambio climático

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Por Jess Cherofsky (equipo CS) y Bia’ni Madsa’ Juárez López (Ayuuk ja’ay y Binnizá, equipo CS) 


"Queremos, desde nuestros territorios, mejorar la vida y mantener el equilibrio ecológico protegiendo a las comunidades indígenas recreando el compromiso de todos por la madre tierra y la vida del planeta." - Propuesta del Sub Consejo Tsimane’ del Sector Yacuma (Pueblo Tsimane', Bolivia)

 

“Cambio climático” es el término más utilizado para describir al calentamiento global y otras variaciones climatológicas y ecológicas que han ocurrido de forma anormal debido a la influencia antropogénica que ha interrumpido equilibrios ecológicos, sociales y culturales, ocasionando la crisis global que el planeta enfrenta actualmente. Las Naciones Unidas describen múltiples efectos a causa de dicho cambio climático, como el aumento de la temperatura media global, deshielo de glaciares, aumento en el nivel del mar, cambio en los patrones de lluvias y sequías, e innumerables cambios más que son compartidos a lo largo de  amplias regiones geográficas o que pueden ser muy específicos de cada territorio. 
 

Los efectos del cambio climático han sido medidos por múltiples estudios a nivel mundial y se han descrito de forma concreta, mostrando ejemplos a pequeña y gran escala. A nivel internacional, los países han analizado el tema e impulsado algunos esfuerzos para tratar de reducir los impactos negativos y adaptarse a nuevas realidades. El protocolo de Kioto de 1997, eventualmente firmado por 192 países, fue un histórico acuerdo internacional que comprometió a las naciones industrializadas a reducir sus emisiones como esfuerzo hacia la mitigación del cambio climático. Es uno de los principales ejemplos de los esfuerzos realizados y también de las grandes fallas en su implementación, debido principalmente a la priorización de los Estados en la economía y no en las implicaciones ambientales y sociales.
 

Los Pueblos Indígenas en el mundo son de los grupos más fuertemente impactados y los más vulnerables ante el continuo cambio climático que, según estudios científicos, serán cada vez más catastróficos, aunque a la vez están entre los grupos que menos han contribuido a las causas de la raíz de la catástrofe. A pesar de que los Pueblos Indígenas han sido fuertemente afectados por la crisis climática, muchas veces son excluidos de la discusión, lo que deja fuera sus prioridades y su experticia. Muchas veces, las discusiones del cambio climático usan  términos académicos como por ejemplo “cambio climático”, “crisis climática” y/o “calentamiento global”. Debemos considerar que estos conceptos no tienen una traducción exacta en las lenguas Indígenas y que la visión de “lo global” puede diferir entre la cosmovisión de una comunidad Indígena y otra. 
 

Sin embargo, aunque no siempre se utiliza un lenguaje académico al hablar del cambio climático desde los Pueblos Indígenas, las formas de vida de muchas comunidades implican una cercana relación con su entorno, la observación constante y el entendimiento de los patrones ecológicos y del tiempo de sus territorios, lo que les han llevado a reconocer que la madre tierra está sufriendo múltiples cambios que están afectado a la tierra, a los animales y a los Pueblos que habitan en ella. Como describieron los Zapatistas en 2017 en su encuentro ConCIENCIAS “…porque aunque sabemos cuándo sembrar, el cambio en el clima ha provocado que ya no reconozcamos las señales... Lo que algunos llaman el saber ancestral de los Indígenas, se enfrenta con un mundo que no entienden y que no conocen... las y los zapatistas se dan cuenta que necesitan el conocimiento científico” para entender los nuevos patrones climáticos.


Cultural Survival les invitó a nuestros socios del Fondo Guardianes de la Tierra 2021 a compartir sobre su entendimiento sobre el cambio climático y los impactos que han observado y experimentado en sus comunidades, y cómo sus proyectos apoyados por Cultural Survival, están enfrentando esta situación. Sus respuestas fueron diversas pero con muchos hilos en común, incluyendo innumerables impactos ecológicos, sociales y culturales, y es esencial incluirlos en el diálogo internacional sobre las realidades locales que el cambio climático está causando. Estas perspectivas, además de resaltar las distintas facetas del cambio climático en diversos lugares y ecosistemas, también destacan el conocimiento Indígena, basado en relaciones recíprocas e interacciones continuas con la tierra, las plantas, los animales y los patrones medioambientales desde tiempos inmemoriales. A pesar de las diferencias geográficas y climáticas, muchas comunidades tienen experiencias compartidas. En este artículo compartimos algunas respuestas y ejemplos que representan a la totalidad, aunque no pudimos incluir a todas. Nuestros socios dejan claro que lo que muchos a nivel internacional consideran ambientalismo, los Pueblos Indígenas ven como defensa de la tierra, como lo destaca la activista y escritora mixe Yásnaya Elena Aguilar Gil, las comunidades luchan por proteger el medio ambiente diariamente a través de la defensa y ejercicio de sus derechos y responsabilidades fundamentales.
 

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Un bosque de manglares de 16 años fue restaurado por comunidades mayas en Campeche, México. Foto de Bia’ni Madsa ’Juárez López.
 

“Ahora es difícil pronosticar…”

Para las muchas comunidades Indígenas que viven de la tierra, es indispensable poder pronosticar el tiempo y determinar cuándo sembrar, cosechar, cazar y realizar otras prácticas y tradiciones a lo largo de las estaciones del año. Los Pueblos Indígenas tienen conocimiento antiguo y detallado de sus territorios, que se transmite de generación en generación y se adapta mientras se va replicando y aprendiendo. Sin embargo, el cambio climático está causando cambios abruptos que no encajan con los antiguos patrones. “Los tiempos de lluvia han variado por lo que, para los ancianos, ahora es difícil pronosticar. Las siembras y cosechas de la milpa indudablemente han variado”, menciona el Centro Campesino de Asesoría y Capacitación Integral, Pueblo Binnizá, México.
 

Tlalij, Yolojtli Uan Nemililistlij de México (Pueblos Nahua y Tenek) cuenta que “se han modificado los calendarios de siembra, labores y cosechas, eso provoca que no estemos preparados para el cambio y perdamos cosechas porque se nos pasa la lluvia o nos adelantamos y sembramos en tiempo que aún queda sequía. En general se disminuyen las cosechas por mal cálculo”. De manera similar, la Federación de Comunidades Nativas Maijuna de Perú explica que “durante las últimas décadas, hemos vivido directamente las consecuencias del cambio climático. Las lluvias y las inundaciones en nuestras tierras ancestrales ahora ocurren en diferentes momentos y no son tan predecibles como en el pasado. Esto ha impactado directamente nuestro sistema agrícola tradicional, así como cuándo y dónde podemos pescar y cazar, lo que en última instancia ha afectado nuestra capacidad para alimentar a nuestras familias. Estamos muy preocupados por lo que todo esto significa para nuestro futuro”.


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Pueblo Guna en Panamá, trabajando en su proyecto agroforestal. Foto de CENDAH.

 

“Los impactos del cambio climático han afectado fuertemente los cultivos”

No es sólo es cuestión de pronosticar correctamente el tiempo, los cambios en las estaciones conllevan una multitud de desafíos y daños, como menciona la Comunidad Otomí de La Vega (México): “nosotros nos ubicamos en una región semidesértica, que se caracteriza por escasez de agua de lluvia, sin embargo, en los últimos años este problema se ha agudizado debido al cambio climático provocando sequías más prolongadas, daños en las cosechas y en la producción de alimentos; sumado a esto notamos una disminución en la cobertura vegetal local”. Así mismo, la Comunidad Santa Rosa del Pueblo Qom de Paraguay explica que “los impactos del cambio climático han afectado fuertemente los cultivos de las familias, quienes perdieron el sustento familiar. Las estaciones han cambiado muchísimo [y] ya no es como antes, el calor es más fuerte a consecuencia de los masivos cultivos de eucalipto, soja y maíz transgénicos, la tala de nuestros bosques, la ganadería industrial, etc. La sequía también es más severa, los focos de incendio han aumentado, las fuertes tormentas violentas destechan [las casas] de las familias, las inundaciones se han vuelto más agresivas...” 
 

La organización Nepal Majhi Mahila Utthan Sangh del Pueblo Majhi en Nepal explica que los cambios climáticos y del tiempo han golpeado a comunidades agrícolas cuya resiliencia ha disminuido en los últimos años debido al comienzo de los monocultivos, los cuales les hacen más dependientes y menos capaces de adaptarse cuando algún cultivo falla y no hay otros para complementarlo o reemplazarlo. En su caso, son las sequías las que han desafiado sus cultivos y dicen que esto resulta en la necesidad de buscar otro sustento “o lo más probable, [es que haya] un incremento en la pobreza”. Cabe destacar que, de las aproximadamente 40 organizaciones cuyos datos incluimos en este análisis, alrededor de un 80 por ciento enfatiza problemas relacionados al agua, ya sean inundaciones, sequías, contaminación, el derretimiento de glaciares, la acidificación y otras crisis que están poniendo en peligro la sobrevivencia de Pueblos y ecosistemas enteros.
 

La Fundación Selva Sagrada de Ecuador (Pueblos Shuar y Achuar) explica que “el cambio climático provocado por el aumento global de las temperaturas ha desencadenado múltiples efectos negativos en el territorio Shuar. Estos efectos, a su vez, se interrelacionan entre sí e incrementan más su violencia poniendo en grave riesgo a las especies y biodiversidad que habitan la zona, incluyendo al ser humano. En la última década ocurrieron grandes inundaciones arrasando muchas especies de fauna y cultivos (huertas); además han habido sequías e inviernos muy prolongados y como consecuencia las familias han perdido muchas especies medicinales y alimenticias por permanente desplazamiento territorial. Ante estos impactos negativos, con el presente proyecto, mediante la recuperación y construcción de biohuertos ancestrales en tierras firmes no inundables es una estrategia adecuada de adaptación al cambio climático.... Además, al no crear dependencia alimenticia, utilizar únicamente los recursos de la selva contribuye a la resiliencia socio ecológica de las comunidades.... Adicionalmente, con esfuerzo y recurso propio se establecerán 10 viveros del futuro con especies forestales amazónicas que servirán para reforestar y restaurar ecosistemas intervenidos o degradados, y esta actividad también es una técnica efectiva de mitigación al cambio climático”.
 

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Miembros de CONAIE transportando plantas medicinales a las comunidades del río en la Amazonía ecuatoriana. Foto de CONAIE.
 

“Pobladores han tenido que salir de su comunidad”

La ecología no está separada de la sociedad y los efectos ecológicos del cambio climático se extienden a las vidas sociales y económicas de las comunidades Indígenas, provocando consecuencias duras que cruzan fronteras. Comunidades en México, Guatemala, Nepal y Brasil reportan un incremento en la migración principalmente con los impactos en la agricultura, las comunidades ya no pueden sustentarse en sus territorios (Associação do Povo Karão Jaguaribaras; Centro de Reflexiones Nim Poqom; comunidad La Vega, Pueblo Otomí, México; Nepal Majhi Mahila Utthan Sangh). 
 

El Centro de Reflexiones Nim Poqom (Pueblos Maya Poqomchi y Q'eqchi’) cuenta: “ha desarrollado la migración porque comunitarios han tenido que salir de su comunidad para poder proveer de alimentos y recursos a sus familias”. “Desplazados” o “refugiados climáticos” es el término acuñado recientemente para definir a las millones de personas que se ven forzados a migrar de sus territorios como resultado de las condiciones generadas por los múltiples impactos del cambio climático a su forma de vida. Según el reporte global de 2021 del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno “en 2020 los desastres relacionados con el clima desplazaron a 30,7 millones de personas en el mundo”.
 

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Makxtum Kgalhaw Chuchutsipi (Tutunakú), un becario de KOEF de Puebla, México, está trabajando para asegurar la producción de energía alternativa, como paneles solares, como parte de su estrategia para alcanzar la soberanía energética. Foto de Makxtum Kgalhaw Chuchutsipi.
 

Acciones comunitarias ante el cambio climático

Los Pueblos Indígenas se encuentran en un proceso de constante resiliencia en el que se están desarrollando alternativas para enfrentar estos problemas. Están en la primera línea enfrentando un desastre real en una escala sin precedente, Cultural Survival ha tenido el honor de poder contribuir de alguna manera en sus esfuerzos, financiando decenas de proyectos que abordan los problemas causados por el cambio climático y que son en sí medidas que ayudan a prevenir, o mitigar, futuros cambios. A veces la conexión entre estos proyectos con el cambio climático es muy explícita y otras veces no lo es, pero cada proyecto se relaciona directa o indirectamente con este fenómeno global. Es extremadamente importante entender los esfuerzos emprendidos por comunidades y Pueblos Indígenas como parte fundamental de la respuesta al cambio climático y que son necesarios reforzar, porque las comunidades son las que tienen el conocimiento antiguo de su territorio y basado en el lugar, sobre cómo eran las cosas antes y cómo han cambiado, para poder tomar este conocimiento y generar soluciones ecológicas y culturalmente adecuadas.


Los Pueblos Indígenas desarrollan e implementan proyectos para proteger a su gente y a sus tierras porque entre ellos existen fuertes y antiguas relaciones de respeto, reciprocidad, responsabilidad y balance. Los proyectos son integrales y basados en la organización propia de cada comunidad, según conocimientos ancestrales y adaptados a nuevos contextos. Otra manera de entender las respuestas al cambio climático incluye una muy común entre las comunidades científicas y políticas que clasifica las formas de abordar el cambio climático en dos categorías: respuestas de mitigación y respuestas de adaptación. En el nivel más básico, la adaptación se dirige a los efectos ya en marcha, mientras que la mitigación se dirige a las causas o a la raíz del cambio climático. La adaptación pretende que la sociedad se acomode a la nueva realidad, con cambios de prácticas, sistemas alternativos y nuevo conocimiento, y la mitigación pretende prevenir que la crisis siga exacerbándose. Estas categorías son importantes en el diálogo internacional, y por lo tanto, analizamos los proyectos de nuestros colegas en este contexto como lente para mostrar las acciones de los proyectos de base como respuesta a la crisis global. Estos proyectos caben en ambas categorías y por ser holísticos, varios de ellos tienen elementos que sirven a ambas estrategias a la vez. Ver tabla al final del texto para un resumen de acciones y qué tipo de respuesta se están realizando en las comunidades financiadas por Cultural Survival. 


El proyecto del Instituto Munduruku de Brasil (Pueblos Munduruku, Apiaká y Kayabi) “contribuirá a reducir la tala de árboles, ya que contaremos con un instrumento que facilitará la reutilización de la madera que ya está en el suelo”. La tala de los bosques a nivel mundial es un factor fuertemente relacionado con el cambio climático. Los árboles, además de constituir un hábitat para innumerables animales, plantas y hongos, son responsables de la humedad y las lluvias y ayudan a disminuir el calor y retener agua en los ecosistemas. Una vez talado un bosque se rompe su equilibrio y los patrones de lluvia cambian, estableciendo un ciclo en el que es muy difícil que el bosque se recupere. La Federación de Comunidades Nativas Maijuna de Perú dice “apoyarnos en nuestra lucha por conservar el Área de Conservación Regional Maijuna-Kichwa, que está conformada por 391.000 hectáreas de nuestra tierra ancestral. Esto es fundamental desde la perspectiva del cambio climático, dado que los investigadores han identificado el área como una reserva de carbono extremadamente alta, lo que convierte al área en un sumidero de carbono de importancia crítica en un mundo cada vez más preocupado e impactado por el cambio climático. Si este proyecto de carretera prosiguiera en contra de nuestros deseos, alteraría irreversiblemente el tejido ecológico de esta área actualmente sin carreteras y destruirá miles de hectáreas de bosques secuestradores de carbono”. Aunque las comunidades quizás no autodenominen sus proyectos como de “mitigación de cambio climático”, claramente lo son y la protección de los bosques tiene impactos que reverberan para todo el mundo en el esfuerzo por desacelerar el cambio climático.


En la Nación Yurok, en el oeste de los Estados Unidos, ya se está presenciando la devastadora pérdida del salmón, peces que “desde el albor de los tiempos nos ha proveído el Río Klamath”, cuenta la División de Soberanía Alimentaria del Programa Medioambiental de la Tribu Yurok. Aunque se sigue luchando por los salmones, la comunidad también se está enfocando en otros alimentos tradicionales, como las bellotas de los encinos y otros árboles, frutos y hongos. Su proyecto, con el que Cultural Survival colabora, incluye la creación de mapas para guiar quemas culturales de bosquecillos de un roble nativo, las que contribuyen a la producción de nueces y ayudan a prevenir el establecimiento de plantas invasivas, como también de enfermedades y poblaciones de insectos que pueden dañar a los robles. Las quemas culturales también ayudan a prevenir incendios masivos incontrolables, puesto que queman materiales combustibles en condiciones cuidadosamente manejadas. Estas quemas son una práctica tradicional, pero el gobierno colonizador de los Estados Unidos las había prohibido por ley, resultando en que “cada año, familias Yurok son desplazadas de sus casas, forzadas a respirar aire inseguro y a perder acceso a la energía eléctrica... Incendios catastróficos dejan bosques destruidos como secuelas, dejando terreno fértil para especies de plantas invasivas que repueblan el área más rápido que las especies nativas...”, dice la División de Soberanía Alimentaria del Programa Medioambiental de la Tribu Yurok. Entonces, la creación de mapas que ayudarán con  las quemas culturales no solamente es un paso para que la Nación Yurok fortalezca su seguridad y soberanía alimentaria, basada en sus relaciones con plantas nativas y tradicionales; también refuerza una práctica tradicional que ayuda a luchar contra los incendios que están causando destrucción en toda la costa Pacífica.


El Comité de Cultura y Ambiente del Consejo Comunitario de Barú, Colombia (Pueblo afrodescendiente), explica que su comunidad está padeciendo los impactos del cambio climático, lo que está “afectando significativamente los bosques nativos y acelerando la escasez de agua lluvia y el deterioro de los ecosistemas marinos costeros, entre ellos los manglares, los cuales son de vital importancia debido a que esto sirve de barrera protectora natural en toda la línea de costa y las lagunas internas… además de proveer servicios ecosistémicos fundamentales para la comunidad”. Su proyecto “plantea promover el empoderamiento de la comunidad en torno a la protección del ecosistema de manglar, que es clave en este proceso. Igualmente, con la construcción de un vivero de mangles, que posteriormente serán reforestados en los lugares más afectados, generaremos un proceso que busca mitigar los impactos generados por el cambio climático, así como mejorar la adaptación de nuestra comunidad ante este fenómeno”.


Este proyecto no es el único relacionado a la protección de bosques que tiene infinitos beneficios para los Pueblos, sus territorios y todos los que viven en ellos. El esfuerzo de Comuna Playa de Oro (Pueblo afroecuatoriano) en Ecuador, también dirige su proyecto a la protección del bosque y los animales, los que están enfrentando múltiples amenazas por parte de proyectos de explotación minera, caza y también el cambio climático que, como en otros lugares, están cambiando los patrones a los que el ecosistema silvícola se ha adaptado. En este caso, a diferencia del proyecto de Barú que se dedica a medidas agroforestales, el proyecto de la Comuna Playa de Oro se enfoca en el fortalecimiento del control y la vigilancia de los territorios para continuar así con su protección. 


Por otra parte, la comunidad de San Pedro Jilotepec en México (Pueblo Mixe) ha emprendido una lucha por conseguir títulos para su territorio, para manejarlo mejor y conseguir recursos para “conservación, adaptación y mitigación al cambio climático en nuestros ecosistemas más vulnerables”, como también para la producción de productos renovables y otras actividades económicas basadas en la comunidad. De forma similar, el Sub Consejo Tsimane’ del Sector Yacuma de Bolivia (Pueblo Tsimane’), está trabajando en la documentación de sus formas de vida y sus territorios tradicionales, como también en la capacitación sobre derechos para poder acceder a las instituciones de su país para facilitar su continuo acceso a sus propias tierras. Dicen que “con el proyecto, mostraremos la relación de convivencia armónica que siempre hemos tenido con la naturaleza; es decir, el equilibrio en cuanto al uso de la tierra para cultivos de subsistencia, la caza, la pesca y recolección de frutas y hojas como la jatata para la elaboración de nuestras casas. Queremos, desde nuestros territorios, mejorar la vida y mantener el equilibrio ecológico protegiendo a las comunidades Indígenas recreando el compromiso de todos por la madre tierra y la vida del planeta”.


Así como el Pueblo Tsimane’, otras comunidades tienen claro que sus acciones son para beneficio más allá de su comunidad o región. Para la Hampiriypacha, Asociación de Guardianes de las Semillas y Salud Runa de Ecuador (Pueblo Kichwa Otavalo) “el proyecto se relaciona desde el hecho de reconectar a las personas con una cosmovisión que respeta la naturaleza y por tanto no busca explotarla, sino que se entiende como parte de ella y por tanto la mantiene. El proceso no busca solamente enseñar técnicas, sino ofrecer una puerta de entrada a una dinámica de vida integral con la naturaleza, a una forma de pensar en concordancia con su cuidado”.


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Los jóvenes mixtecos están trabajando para repoblar plantas de importancia cultural en su comunidad en Oaxaca, México.
 

Conclusiones

Los Pueblos Indígenas están en la primera línea del cambio climático y como hemos visto a lo largo del artículo, a pesar de que dichos Pueblos no se conocen necesariamente unos con otros o no comparten geografía en común, los cambios en todos sus territorios son notorios y similares. Aunque ellos no fueron los impulsores de este cambio a nivel global sin precedentes, sus territorios están entre los más impactados ecológica y culturalmente. A esto se suman además las violaciones de sus derechos, por lo que la defensa de sus territorios y formas de vida ancestrales se vuelve una actividad constante para asegurar la sobrevivencia de sus comunidades y todos los seres con los que conviven, por lo que la defensa de derechos y territorios es de las acciones más importantes de los Pueblos Indígenas contra el cambio climático. Cultural Survival está agradecida de tener la oportunidad de colaborar en 2021 con pequeñas subvenciones a más 50 comunidades y organizaciones en 17 países, quienes están implementando proyectos que abarcan el cambio climático desde distintos ángulos, directa e indirectamente. Seguiremos atentos a las voces de las comunidades sobre las mejores formas de estar en solidaridad con su trabajo, el cual se hace desde y para las comunidades, pero cuyos beneficios resuenan en el mundo entero.

 

Tabla 1.- Resumen de impactos y acciones (mitigación y adaptación) al cambio climático de proyectos financiados por Cultural Survival a través del Fondo Guardianes de la Tierra.

 

Impactos del Cambio Climático

Acciones de mitigación

Acciones de adaptación

  • Escasez de agua
  • Inundaciones
  • Cambios en patrones climáticos
  • Disminución de poblaciones de animales
  • Pérdidas de cultivos y sustento familiar
  • Aumento de enfermedades en personas y animales
  • Incremento de incendios
  • Sequías
  • Migración de pobladores
  • Pobreza
  • Cambios en estaciones de pesca, caza, cosecha de plantas silvestres
  • Olas de calor/frío
  • Llegada de plagas de insectos
  • Establecimiento de plantas invasivas
  • Defensa de territorios
  • Conservación de bosques
  • Defensa de derechos Indígenas
  • Titulación de territorios Indígenas
  • Educación comunitaria
  • Refuerzo de economía comunitaria
  • Reforestación nativa
  • Utilización de árboles caídos en lugar de talar árboles
  • Establecimiento de monitoreo de territorios para resistir la explotación
  • Protección de reservas de carbono
  • Detención de proyectos extractivos que destruyen bosques y otros ecosistemas
  • Manejo de sistemas de agua (p. ej. Irrigación más eficiente)
  • Cultivos y formas alternativas para cultivar 
  • Jardines medicinales
  • Reforestación
  • Planes de inundaciones 
  • Quemas tradicionales
  • Reubicación de la agricultura a tierras protegidas de los nuevos desastres naturales


El Fondo Guardianes de la Tierra es un fondo liderado por Indígenas diseñado para apoyar el desarrollo comunitario y los proyectos de promoción de los Pueblos Indígenas. Desde 2017, KOEF ha apoyado 177 proyectos en 35 países por un total de $764,317. KOEF proporciona pequeñas subvenciones a comunidades, organizaciones y gobiernos tradicionales de base Indígena para apoyar sus proyectos de desarrollo autodeterminado, de acuerdo a sus valores Indígenas. Basados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Cultural Survival utiliza un enfoque basado en los derechos en nuestras estrategias de concesión de subvenciones para apoyar las soluciones Indígenas de base, a través de la distribución equitativa de recursos a las comunidades  Indígenas.