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Huracanes Eta e Iota, aumentan vulnerabilidad de poblaciones Indígenas en Centroamérica.

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Varios Pueblos Indígenas de Nicaragua, Honduras, Guatemala, Colombia, sur de México y otros territorios de Abya Yala (América), fueron impactados recientemente y de manera continua por dos huracanes de categoría 4 y 5 en menos de 15 días, en el mes de noviembre 2020; dejando decena de muertos, incontables pérdidas materiales y mucha angustia sobre el futuro para miles de familias que lo perdieron todo tras el paso de estos fenómenos naturales.
 

Los huracanes Eta y Iota fueron muy intensos, con vientos mayores a 250 km por hora en la escala Saffir-Simpson. Desde octubre, 4 tormentas con los nombres de Delta, Epsilon, Eta e Iota, (todos los nombres tomados del alfabeto griego porque la lista regular de nombres de tormentas se ha agotado) afectaron la región; la temporada 2020 de huracanes ha sido la más activa en la historia. Científicos están de acuerdo en que el cambio climático está impactando nuestro planeta, afectando la naturaleza de las tormentas, provocando vientos de mayor velocidad,  lluvias intensas, e impactos geográficos de mayor expansión.
 

Nicaragua fue el país que recibió el ojo del huracán Eta.  A las 4 de la mañana del martes tres de noviembre, el huracán de categoría 4, tocó tierra al sur de Bilwi, Puerto Cabeza, Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua y 13 días después, el huracán Lota con mayor fuerza, terminó de arrasar con el centro norte y  el caribe norte de Nicaragua, afectando fuertemente a los pueblos Chorotegas, Mayagnas y Miskitos. Afortunadamente, la oportuna evacuación de la área de mayor impacto logró prevenir la muerte de cientos de ciudadanos. 

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Por su parte el huracán Iota, el más potente registrado este año en el Atlántico, dejó lluvias torrenciales y fuertes vientos en la costa caribeña de Nicaragua, dos semanas después de que azotara la región otra tormenta devastadora. Tras golpear a Nicaragua ambos huracanes, se degradaron horas después a tormenta y depresión tropical, con lluvias que inundaron poblaciones enteras y destruyeron miles de viviendas en Honduras y Guatemala. Cabe señalar que esta realidad fue igualmente devastadora para los Pueblos Indígenas de Guatemala y Honduras que recibieron enormes cantidades de lluvia. Las pérdidas humanas y materiales fueron mayores con las inundaciones y deslaves,  sin poder evacuar a las familias afectadas a tiempo y de una forma adecuada.
 

El 20 de Noviembre, la Coordinadora Nacional de la Reducción de Desastres CONRED en Guatemala, reportaba más de trescientos mil afectados y seis  fallecidos; las evacuaciones sobrepasaba a las 20,000 personas. Los albergados sumaban más de  700,000, asimismo, varias carreteras se encontraban dañadas, 4 estaban destruidas, 23 puentes fueron afectados y 15 destruidos, entre otras afectaciones. Estos datos aún son preliminares debido a que aún hay muchas comunidades incomunicadas, en Guatemala y Honduras siguen reportándose daños debido a que las inundaciones no dan tregua.  


En la región Ixil de Nebaj-Quiché, hay 50 comunidades afectadas por las tormentas Eta y Iota y las vías de comunicación en las comunidades están colapsadas. “Hay familias que fueron albergadas por los daños ocasionados a sus viviendas, debido al deslizamiento de tierra sus casasquedaron soterradas”, manifestó Elena Brito, directora de la Radio Comunitaria Tijaxil Tenam. “Esta situación deja grandes pérdidas materiales y humanas, complejizando aún más la situación que vivíamos con la pandemia. La población en general está viviendo en extrema pobreza. Creemos que esto está sucediendo por las violaciones que se cometen contra el planeta, ya no se practican los principios y valores en respeto a la madre naturaleza y debemos responsabilizar al extractivismo y la contaminación. Actualmente el pueblo Ixil no cuenta con el apoyo de las autoridades municipales ni estatales y solicitamos a la comunidad internacional que se sume en apoyarnos”, menciona Brito. Las dos tormentas ocasionaron la pérdida de cultivos de varias comunidades Indígenas, provocando el aumento de los precios de los granos básicos, entre otros productos de la canasta básica, que  acrecientan la crisis de la soberanía alimentaria en el territorio ixil.
 

En Honduras  las organizaciones de base en los territorios se organizaron para recolectar ayuda para las familias afectadas, en atención a la crisis de la zona. El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) otorgó a los gobiernos de Nicaragua y Honduras una donación de un millón de dólares, a repartirse en partes iguales. Los gobiernos de El Salvador, Cuba, Estados Unidos y la Unión Europea también se unieron a los países que colaboraron para atender la emergencia. Esta ayuda aún es insuficiente para atender la demanda. 
 

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Por su parte, El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dio a conocer a través de un comunicado que se reunió con líderes y ministros de Belice, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, junto con los presidentes del Grupo Banco Mundial, David Malpass, y del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) Dante Mossi, para actualizar el plan de acción para ayudar a estos países a hacer frente a los daños causados por los fenómenos climatológicos que recientemente azotaron la región.


“Apenas estamos en los recuentos de los efectos de Eta, sólo en Puerto Cabeza se calcula que más de 800 casas fueron dañadas en su totalidad, y otras muchas más con daños parciales. Las necesidades inmediatas que presentan los líderes son agua, alimentos y vestimenta y a mediano y largo plazo se necesita herramientas para la limpieza de sus comunidades y para poder levantar sus casas. Hay muchas necesidades que aún se deben resolver, entre ellas la reactivación de las parcelas productivas para que no haya un creciente problema con la seguridad alimentaria”, destaca José Colleman, líder Indígena Miskito y colaborador de Radio Yapti Tasba en Bilwi, Puerto Cabeza, Nicaragua. 
 

El papel de la radio comunitaria Indígena en los desastres naturales 
 

Las radios comunitarias en varios países de la región han jugado un papel importante al informar de los acontecimientos que suceden diariamente en sus lugares de origen, el cual se amplía, cuando suceden desastres naturales como terremotos, tsunamis, desbordamientos de ríos, deslizamiento de tierra y ahora con la pandemia del COVID 19 y los huracanes que están afectando seriamente a la región.
 

Ante el abandono de los gobiernos nacionales, la alternativa de la organización de los pueblos originarios en contextos de emergencia es la radio comunitaria Indígena, al ser  la única fuente de información veraz y contextualizada. En el sureste de México los huracanes tienen a muchas comunidades inundadas. En el municipio de Oxchuc, Chiapas, sigue subiendo el nivel del agua y las afectaciones comienzan a repercutir en la vida cotidiana de la población, como ejemplo, la Radio comunitaria Muk´ul Lum, “la voz de los pueblos originarios”, ha tenido que desalojar sus instalaciones, pues está completamente inundada al igual que la casa del coordinador de esta radio.
 

En Guatemala, la dirigencia y voluntarios/as de las radios comunitarias implementaron campañas de prevención y jornadas de recaudación de víveres. “La Radio Comunitaria Jolom Konob de Santa Eulalia, Huehuetenango, estuvo informando en coordinación con la municipalidad local durante el paso del Huracán Eta sobre el efecto devastador de este fenómeno natural”, expresó María Pedro, presidenta de la emisora. Asimismo, informaron sobre los desplazamientos de las familias, el deceso de personas al quedar soterradas por los aludes y las labores de rescate de los cuerpos de socorro en los lugares más vulnerables.
 

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En Santa Eulalia, el centro de acopio fue la cabina de la emisora; los maestros de las escuelas se sumaron en el proceso y los vecinos del lugar aportaron lo poco que tenían para que se distribuyera a las familias afectadas en San Juan Ixcoy y Soloma. “En este último municipio se lamenta el fallecimiento de siete vecinos del lugar”, señaló Lorenzo Mateo, director de la Radio Jolom Konob.    
 

“La audiencia nos preguntaba, ¿van a efectuar alguna recaudación de víveres?;asimismo, un señor llegó a ofrecer su vehículo para trasladar los productos, lo que nos motivó hacer el llamado a la población”, destaca Carlos Bal, Director de la Radio San Juan de Comalapa, Guatemala. La empresa de cable local, también se unió al llamado, 219 familias llegaron a aportar, recaudamos 27 quintales de víveres y ropa, las cuales fuimos a distribuir a las comunidades afectadas en Cobán, fueron más de 9 horas de viaje para llegar a la comunidad de Quej’ en San Cristóbal Verapaz. Luego nos trasladamos a Santa Elena y Chixoy, al hacer la entrega, las personas mostraron su agradecimiento a la radio y a la población de Comalapa, indicando, que eran pocas las ayudas que llegaban al lugar. Da tristeza como el Gobierno central y la alcaldía del lugar tiene olvidado a estas comunidades de escasos recursos, que se quedaron sin nada, ante la embestida de los huracanes Eta Iota”, puntualiza Bal.
 

Por otra parte, en el cantón Xajaxac de Sololá, la Radio Comunitaria Juventud, junto a las autoridades ancestrales estuvieron alertando a la audiencia, así como a los pobladores que se ubicaban en sectores de riesgo. “Afortunadamente en el lugar no hubo daños, señala Olga Ajcalón”, directora de la Emisora.

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Dixon Morales, líder Garífuna y director radio comunitaria ODECO en la Ceiba, Honduras expresa: “La respuesta del Estado ha sido mala, no tomaron en serio las proyecciones climáticas y no hubo un plan preventivo para evitar desgracias de cara a los huracanes.  En medio de dos grandes preocupaciones, la pandemia y la entrada de los fenómenos naturales, el Gobierno estaba más preocupado por activar el turismo, y la economía, con el asueto de la semana morazánica en vez de dar respuesta a la población, por ello nos tomó casi desprevenidos. Lamentablemente gran cantidad de las afectaciones están en los Pueblos Indígenas”.
 

Morales, también señaló su preocupación por la alerta que han recibido de los albergues, sobre abusos a niñas, debido al hacinamiento y la falta de protección integral de la niñez. Por otro lado, la diputada y líder indígena Olivia Zúñiga Cáceres ha expresado abiertamente a la comunidad internacional y al pueblo de Honduras en general:  "Les invito a solidarizarse con el pueblo lenca de Opalaca, y a hacerles llegar su apoyo directamente a las comunidades a través de sus líderes locales". 
 

En Nicaragua Radio Yapti Tasba en Bilwi, Puerto Cabeza sufrió la pérdida de su torre de transmisión y actualmente se encuentran fuera del aire, además los vientos ocasionaron que el techo de la radio fuera desmantelado. Juan Herbacio director de la emisora señala que los daños ascienden a los 3,200 dólares y recalca la urgencia de poder restaurar la radio comunitaria, pues gran parte de la población se informa en idioma Miskito por medio de la radio.  
 

“Desde Cultural Survival nos solidarizamos con las comunidades que se han visto afectadas por los recientes huracanes. Lamentamos las pérdidas humanas y materiales que miles de familias Indígenas y no Indígenas han sufrido estos últimos días; y hacemos el llamado a unificar esfuerzos para encontrar recursos económicos y víveres para atender la emergencia climática. En marco a ésto, reconocemos una vez más  la gran importancia que tiene el trabajo de las radios comunitarias en mantener informada y coordinada a la población en momentos como estos, sobre todo en sus propios idiomas; a la vez reiteramos nuestro compromiso de seguir apoyándolos en esta tarea ”, expresó Mark Camp, director ejecutivo adjunto de Cultural Survival.