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NUNCA HAREMOS NEGOCIOS CON LO QUE ES SAGRADO: ASOCIACIÓN Indígena PARIRI

El sonido de los motores se mueve entre los árboles. Once máquinas pesadas, todas sin placas, cortan parte del territorio de Daje Kapap Eipi. Esta es la tierra del pueblo Munduruku. Han ocupado esta tierra durante más de tres siglos, estableciendo una relación de reciprocidad con el bosque. Ahora, los madereros ilegales apilan árboles de castaño en los camiones.

Los líderes Munduruku, en colaboración con la Asociación Indígena Pariri, han recorrido más de 100 kilómetros en el territorio Daje Kapap Eipi (también conocido como tierra Indígena Sawre Muybu) en Pará, Brasil. El territorio está ubicado en el suroeste de Pará y tiene un total de 440.280 acres. El río Tapajós, al oeste, y el río Jamanxim, al este, atraviesan el territorio. El territorio también alberga lugares sagrados, incluido el lugar donde se dice que se creó la humanidad en la tradición Munduruku.

La Asociación Pariri se fundó en 1988 para proteger los derechos de los Munduruku. Creada por los jefes de las aldeas Munduruku, así como por guerreros y guerreras, la organización representa a la región del Río Tapajós Medio. Su misión es articular la lucha por los derechos Indígenas y mejorar la calidad de vida en las aldeas. Para ello, la Asociación Pariri facilita reuniones para que las comunidades reafirmen los valores Munduruku y discutan las amenazas a su bienestar. También han desarrollado proyectos de sostenibilidad y programas de enseñanza de lenguas nativas en aldeas urbanas cercanas a la ciudad de Itaituba durante los últimos 15 años.

En 2014, la Asociación Pariri se embarcó en un nuevo proyecto para proteger el territorio Daje Kapap Eipi, que estaba en peligro por culpa de los madereros y mineros ilegales. En el territorio de Daje Kapap Eipi también había, y sigue habiendo, una serie de proyectos hidroeléctricos y presas. Uno de los proyectos ha convertido el río Tapajós y sus afluentes en una represa, inundando alrededor del siete por ciento del territorio, incluyendo el Bosque Nacional Itaituba II y la aldea Boa Fé.

Los líderes Munduruku se reunieron con el gobierno federal y solicitaron a la Organización Nacional India de Brasil que reconociera y protegiera las tierras ancestrales del territorio Daje Kapap Eipi. Cuando esto no ocurrió, los protectores Munduruku decidieron hacerlo ellos mismos. Su proyecto, denominado autodemarcación, establece las fronteras del territorio y mapea la tierra de los pueblos Munduruku, esto permite que la tierra sea reconocida como tierra Munduruku. Al dirigir expediciones por la zona, la Asociación Pariri refuerza la vigilancia y controla a los intrusos. Hasta ahora, la Asociación Pariri ha encontrado varios grupos de mineros y madereros ilegales. Estas 11 máquinas pesadas son sólo una horda de muchas.


 

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Encuentro de mujeres Mundurku en la aldea de Patauazal para discutir las amenazas y la discriminación que plantean los proyectos de represas, vías fluviales, ferrocarriles, puertos, minería y tala en tierras Munduruku.

 

“Estábamos armados con nuestros cantos, nuestra pintura, nuestras flechas y la sabiduría de nuestros antepasados”, se lee en un comunicado de la Asociación Indígena Pariri. La Asociación les da a los intrusos sin licencia tres días para irse. Cuando los expedicionarios encontraron estas 11 máquinas pesadas y camiones llenos de troncos, actuaron.

Ante tal presión de los protectores de Munduruku, los madereros ilegales pasaron toda la noche retirando su equipo. Se ha realizado una labor similar, con resultados satisfactorios en todo el territorio. Los protectores también limpian la tierra durante las expediciones. Abren nuevas carreteras y pueblos, como Karoebak, situado en el río Jamanxim. Este pueblo desempeña un papel importante en las historias de los Munduruku sobre la creación de los campos en la tierra negra.

El proceso de gestión es autónomo. Todas las expediciones respetan las normas Munduruku, establecidas desde los ancestros y registradas en los relatos. Los chamanes siempre acompañan las acciones, pidiendo protección y consejo en la toma de decisiones. Piden permiso para entrar a los bosques y abrir los caminos. Los protectores nunca se olvidan de limpiar las cimas de los límites del Sawre Muybu. Velan por el bienestar físico y espiritual de la tierra.

El llamado al reconocimiento y la soberanía del territorio ancestral no es nada nuevo para muchas comunidades Indígenas. En todo el mundo, las comunidades Indígenas han defendido y aún defienden su tierra. El proceso de auto demarcación es importante porque demuestra que el territorio de Daje Kapap Eipi está protegido, reconoce además que los líderes de Munduruku tienen derecho a monitorear el área y remover a los madereros y mineros ilegales que explotan sus recursos.

La tierra es esencial para el bienestar de las comunidades Munduruku, y el proyecto reconoce la larga historia de estos pueblos en el área. En las expediciones, la Asociación Pariri pasa por lugares sagrados, sitios arqueológicos e importantes símbolos inscritos en características físicas. El proyecto también protege lugares sagrados como Daja Kapap, que da nombre al territorio.

Debido a su trabajo, la lucha Munduruku contra el gobierno brasileño se ha vuelto más visible en los medios, la prensa principal está publicando artículos y videos sobre la protección de la tierra por parte de los Munduruku. Actualmente, la Asociación Pariri se encuentra en su quinta etapa de autodemarcación. Han publicado cartas abiertas y declaraciones en línea pidiendo reconocimiento y dando a conocer la falta de apoyo federal para las comunidades Munduruku a nivel mundial. Las publicaciones enfatizan que este es un movimiento para todos: no solo protege los derechos humanos e Indígenas, sino que también protege la Amazonía brasileña. En una época de caos climático, esto es más necesario que nunca.

En las escuelas, los líderes enseñan historias de sabios y ancianos, mientras los estudiantes aprenden a utilizar tecnologías como el GPS y las cámaras. Los jóvenes están comprendiendo cómo cuidar el territorio Daje Kapap Eipi en los días venideros. La fuerza de los pueblos Munduruku nunca se ha desvanecido, y las generaciones futuras siguen protegiendo la tierra. "Así ha sido siempre nuestra resistencia", dice la Asociación Pariri en un comunicado en línea. "Como nuestros antepasados siempre ganaron las batallas y nunca fueron alcanzados por las flechas enemigas, también seguimos limpiando nuestras cumbres, inspeccionando, formando grupos de vigilancia y abriendo nuevos pueblos".

La Asociación Pariri no solo protege el territorio Daje Kapap Eipi, sino que su trabajo fortalece el sentido de pertenencia de todos los Pueblos Indígenas que luchan por la Amazonía. Los participantes son personas Munduruku de varias aldeas e Indígenas de otros grupos étnicos como los Tupinambá. Muchos participantes de Munduruku tuvieron la oportunidad de viajar al territorio de Daje Kapap Eipi por primera vez en sus vidas, llegan a conocer partes importantes de su tierra tradicional y sagrada. “Cada vez que hacemos esta actividad invitamos a familiares venir y a que también nos ayuden. Este trabajo conjunto, esta unión nuestra, es muy importante”, dice el jefe de la aldea de Sawre Muybu, Juárez Saw Munduruku.

Los proyectos de la Asociación Pariri siguen siendo esenciales para los esfuerzos de descolonización en Brasil y en todo el mundo. Mientras su proceso de autodemarcación continúa, Cultural Survival tiene el honor de contribuir a los esfuerzos de la Asociación Pariri a través del Fondo Guardianes de la Tierra. Cultural Survival apoya a la organización en su misión de proteger el territorio Daje Kapap Eipi a través de su vigilancia, autodemarcación y apertura de nuevas aldeas. Nos sentimos honrados de apoyarles y les agradecemos su trabajo, que es un ejemplo para todos los pueblos Indígenas del mundo que se enfrentan a situaciones similares.

 

Keepers of the Earth Fund (KOEF) es un fondo liderado por Indígenas dentro de Cultural Survival diseñado para apoyar el desarrollo comunitario y los proyectos de promoción de los Pueblos Indígenas. Desde 2017, a través de pequeñas subvenciones y asistencia técnica, KOEF ha apoyado 175 proyectos en 35 países por un total de $ 763,172. KOEF proporciona, en promedio, subvenciones de $5,000 a comunidades, organizaciones y gobiernos tradicionales liderados por Indígenas de base para apoyar sus proyectos auto determinados de desarrollo basados en sus valores Indígenas. Basado en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Cultural Survival utiliza un enfoque basado en los derechos en nuestras estrategias de concesión de subvenciones para apoyar las soluciones Indígenas de base a través de la distribución equitativa de recursos a las comunidades Indígenas.

 

 

Foto de portada: El agua es vida para los pueblos Munduruku. Todas las fotos son cortesía de la página de Facebook de la Asociación Indígena Pariri.

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