El primero de mayo 2012, un líder comunitario de Guatemala fue asesinado por empleados de una empresa hidroeléctrica Española. La multitud se amotinó. Para responder, el presidente Otto Perez Molina declaró un estado de sitio en la municipalidad de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango, territorio del pueblo Maya Q’anjob’al. Tanques y fuerzas armadas inundaron las calles del pueblo, persiguiendo y deteniendo lideres opuestos al proyecto hidroeléctrico.
En 2009, Hidralia Energía, por medio del filial Hydro Santa Cruz, inicio planes para una serie de mini centrales en el río Q’am B’alam que circunvine el pueblo de Barillas. El río, con sus tres cataratas, es un lugar sagrado para los Q’anjob’ales, sus ancestros dieron nombre al río “el tigre amarillo” por el animal que tomaba sus aguas.Este proyecto se instalara en un área utilizada tradicionalmente como centro de recreación, centro ceremonial. Limitará el uso domestico y agrícola del agua y alterará un entorno ya frágil. Un estudio realizado por la Comisión Internacional de Biología Tropical y Recursos Naturales recomendó que el área de Barillas sea de mas alta prioridad para conservación en Guatemala, como es habita de especias endémicas de anfibios e insectos.
Catarata en el rio Q'am Balam. Foto por Simone Dalmasso
En los últimos cinco años, la comunidad ha convocado dos consultas comunitarias en donde rechazaron rotundamente la construcción de la hidroeléctrica Cambalam y cualquier otra explotación transnacional en el futuro. Sin embargo, el gobierno aprobó la licencia para el proyecto Cambalam, ignorando los derechos de consentimiento libre, previo, e informado que están garantizadas como pueblos indígenas en la Declaración Universal de los Derechos de Pueblos Indígenas y Convenio 169 de la Organización International de Trabajo, firmados por el estado de Guatemala.
“El derecho a la consulta es un derecho humano universal que nadie lo puede descalificar, ni mucho menos criminalizar; el derecho a la libre determinación es un derecho especifico que nos corresponde a los pueblos originarios de Mesoamérica." —Assemblea de Pueblos de Huehuetenenago por la Defensa del Territorio
Al inicio del Estado de Sitio en Barillas, organizaciones locales y nacionales se movilizaron para lanzar la campaña, Todos y Todas Somos Barillas. Usando los medios sociales y la radio comunitaria, dio a conocer su lucha a nivel nacional e internacional, y lograron llegar al fin del estado de sitio en Barillas, desafiando las acusaciones del gobierno, que los lideres de la comunidad eran narcotraficantes y criminales en lugar de activistas defendiendo sus derechos (Haz clic aqui para leer mas)
