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Integrando medicina Indígena tradicional y occidental en los sistemas de salud de Nicaragua

Myrna Cunningham smiling in front of a wooded area

Myrna Cunningham es la primera doctora Miskitu en Nicaragua. Es parte del Centro de Autonomía y Desarrollo de los Pueblos Indígenas de Nicaragua y actualmente preside el Fondo de Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe. Shaldon Ferris (Khoisan), productor de la Radio de Derechos Indígenas de Cultural Survival, entrevistó recientemente a Cunningham.


Cultural Survival: Usted ha ayudado a construir el sistema de salud, el sistema judicial y el sistema de gobernanza basándose en conocimientos Indígenas tradicionales en la Región Autónoma de la Costa Norte del Caribe de Nicaragua. ¿Cuál es el panorama de ello?

Mirna Cunningham:
En Nicaragua y específicamente en nuestra región autónoma, hemos organizado un modelo de sistema de salud basado a nivel familiar y comunitario. En cada área, un sector específico con un establecimiento de salud es responsable de un cierto número de familias en una comunidad. Este sistema de salud que se encuentra en nuestra región autónoma reconoce los derechos colectivos de los Pueblos Indígenas, Afrodescendientes y comunidades étnicas. La ley de autonomía reconoce nuestra medicina tradicional y los sistemas tradicionales de salud. Hay coordinación entre el Ministerio de Salud, nuestros sistemas tradicionales de salud, las familias y las comunidades. Los curanderos tradicionales son parte de este sistema de salud. 


En las comunidades, también existe coordinación entre el derecho tradicional y consuetudinario con la legislación nacional. La salud, la educación, la administración judicial y la gestión de la tierra están bajo la administración de las comunidades y en el sistema de derecho consuetudinario. Todas estas áreas se coordinan con el resto de Nicaragua para tratar de tener arreglos respetuosos. Tenemos tres niveles de gobernanza, incluido un gobierno autónomo regional compuesto por un consejo regional de 48 miembros elegidos por etnia. Bajo el parlamento regional tenemos diferentes secretarios responsables de salud, educación, producción y desarrollo, y medio ambiente. Nuestro gobierno autónomo se coordina con el gobierno nacional y tenemos nuestro propio sistema legislativo.


En nuestra región, tenemos alrededor de 300 comunidades Indígenas. Tienen sus propios sistemas de gobernanza consuetudinarios. Eligen sus propias autoridades y éstas son reconocidas por su gobierno autónomo. Tienen el control de sus territorios y sus recursos naturales; la silvicultura, la minería y la salud están bajo su administración. La medicina tradicional está reconocida en nuestra comunidad autónoma, por lo que el sistema sanitario tiene la obligación de integrarla. Durante los últimos años, hemos estado trabajando en un modelo de sistemas de salud autónomos interculturales donde existe una coordinación entre la medicina tradicional y la medicina occidental.
 

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Spirituality is an important part of Indigenous health and well being.

CS: Cuéntenos sobre su travesía para convertirse en la primera doctora Miskitu en Nicaragua

MC:
Soy de una región que está muy aislada en la frontera entre Honduras y Nicaragua. No teníamos una escuela secundaria en mi comunidad, así que tuve que ir a un internado para mi educación secundaria. Trabajé como maestra antes de obtener una beca para ir a la escuela de medicina, que estaba al otro lado de Nicaragua. Después de graduarme como médica volví a trabajar en mi comunidad, pero no sabía mucho sobre la medicina tradicional. Me convertí en la única médica en un hospital que cubría a más de 300 comunidades Indígenas. Fue entonces cuando me di cuenta de que había enfermedades de las que no había aprendido en la universidad, y me di cuenta de que tenía que coordinarme con los curanderos tradicionales. Allí comenzó mi camino como médico respetando la medicina tradicional. Mi primera experiencia fue con pacientes que habían sido mordidos por serpientes; no tenía ningún tratamiento y debían ser tratados por curanderos tradicionales. Hice mi especialidad en cirugía, pero me di cuenta de que la cirugía no era suficiente para abordar los problemas de salud tradicionales, por lo que me capacité más en salud pública. Desde entonces me he enfocado más en maneras de construir sistemas de salud intercultural que no prioricen la medicina occidental ante la medicina tradicional, sino que promuevan sistemas de salud tradicionales interculturales, en los que los dos sistemas puedan coordinarse y usar las fortalezas de ambos para solucionar los problemas en nuestra comunidad. 


CS: ¿Cómo está integrada la medicina tradicional en la medicina convencional?

MC:
Primero, a través de la ley. La legislación nacional del Sistema de Salud de Nicaragua tiene un capítulo que aborda la Medicina Tradicional y pide al Ministerio de Salud que asegure su integración. La segunda vía es a través de la coordinación y organización de la familia, la comunidad y el sistema de salud. Este modelo establece que el sistema de salud pública ejerce el control sobre cada una de las áreas de nuestro país, cada familia, cada comunidad. Requiere que equipos interseccionales de trabajadores de la salud ejerzan su trabajo en un área. Deberíamos tener parteras, deberíamos tener curanderos tradicionales; ellos son parte de este equipo. Si una mujer embarazada es identificada con necesidad de estar cerca del hospital por el equipo, puede viajar y quedarse en un hogar que se ha creado en las diferentes áreas para mujeres embarazadas que esperan a dar a luz, y puede asistir a ese hogar con su partera. Si va al hospital, puede dar a luz con el médico y la partera de forma conjunta.


La otra forma en que se coordinan es a través de las estadísticas epidemiológicas. Hemos identificado enfermedades que solo pueden curar los curanderos tradicionales; algunas de esas enfermedades tienen una tasa de epidemia muy alta. Estas van en una lista de enfermedades que deben ser supervisadas por el sistema de salud. Tenemos una enfermedad, blakira, que puede afectar a toda una comunidad con histeria colectiva. No tiene explicación en los conceptos occidentales de biomedicina. Debido a que afecta a tanta gente y cambia la vida en la comunidad, está bajo el sistema de vigilancia epidemiológica. Hemos identificado al menos 35 enfermedades tradicionales que solo se pueden curar a través de curanderos tradicionales. Existe un fondo en el presupuesto del sistema nacional de salud para cubrir los gastos que tienen los curanderos tradicionales si deben solucionar este tipo de problemas. Contamos con un instituto tradicional de medicina tradicional a nivel nacional y en algunas de las áreas regionales. Estos institutos documentan terapias y medicinas tradicionales, apoyan a los curanderos tradicionales para que puedan reunirse e intercambiar experiencias entre ellos y, a veces, con médicos convencionales.


CS: ¿Hasta qué punto los curanderos tradicionales en Nicaragua se comprometen con la biomedicina occidental y viceversa?

MC:
Los curanderos tradicionales estaban muy preocupados cuando aparecieron los primeros casos de VIH/SIDA. Esta era una enfermedad nueva y no tenían un protocolo tradicional para tratarla. Comenzaron a coordinarse con la medicina occidental para ver qué podía hacer el otro sistema por este tipo de pacientes. Estas nuevas enfermedades a las que nos enfrentamos son aquellas en las que veo a los curanderos tradicionales recurriendo a otros sistemas de salud. En los casos de salud materna y mortalidad materna, tenemos grupos muy fuertes de parteras, pero a veces enfrentan problemas y recurren al sistema occidental, por ejemplo, cuando una paciente tiene que pasar por una cesárea. Estas áreas son complementarias. Si tienes que fortalecer el sistema inmunológico, los curanderos tradicionales tienen algunos tratamientos que usan para fortalecer tu sistema inmunológico, pero a veces se necesitan antibióticos.


En el ejemplo del blakira, psiquiatras, psicólogos u otros trabajadores de salud occidentales han venido intentado resolver el problema y se han dado cuenta de que no pueden. Tienen que llamar al curandero tradicional para que venga y se ocupe de los malos espíritus que están causando ese trastorno en la comunidad. Para los curanderos tradicionales, un enfoque holístico es muy importante. Estos pueden aportar mucha experiencia en cómo fortalecer el sistema inmunológico, cómo reunir a la comunidad y compartir los mensajes a las comunidades, cómo explicar lo que está sucediendo. Pero no creo que los curanderos tradicionales puedan trabajar solos con nuevas enfermedades. Nos hemos trasladado a un mundo en el que las nuevas epidemias que estamos viendo requieren la participación conjunta de la medicina tradicional y occidental. Si podemos hacer eso, creo que podemos resolver muchos problemas.


CS: ¿Cómo será el futuro de la salud Indígena en su comunidad? ¿Qué debe pasar para optimizarla, tanto de parte del Estado como de la comunidad?

MC:
En mi comunidad, necesitamos seguir fortaleciendo este modelo de sistemas de salud familiar y comunal arraigados en la medicina tradicional y occidental. Si realmente podemos fortalecer esto, podemos prever o identificar nuevas enfermedades. El problema de la diabetes, por ejemplo, es muy frecuente, así que, si podemos cambiar el sistema alimenticio, podemos ayudar a esa región a disminuir la cantidad de medicamentos que se usan para la diabetes. Pero esto requiere la participación de ambos sistemas. Hemos comenzado a capacitar a los trabajadores de la salud para que comprendan los dos sistemas de salud. Tenemos una escuela de medicina en la universidad aquí en la región autónoma que está formando médicos interculturales. Las enfermeras y los especialistas también necesitan recibir una formación intercultural. Tenemos que mejorar la documentación y las pruebas que puedan demostrar que, si estos dos sistemas funcionan juntos, las cosas salen mejor. Te doy el ejemplo del coronavirus en este momento: en nuestra región, y en toda Nicaragua, no tenemos toda la tecnología que se necesita para enfrentar una amenaza de este tipo. Tenemos que mejorar nuestra coordinación para asegurarnos de que las comunidades estén cerradas y, una vez que obtengamos una vacuna, ellos puedan recibirla. Si no nos coordinamos, esto será imposible de afrontar. También necesitamos tener buenos sistemas de referencia entre las medicinas tradicionales y occidentales y buenos centros donde podamos trasladar a los pacientes donde se necesiten; centros en los que también respeten a las comunidades. Estas son algunas de las cosas que debemos fortalecer.
 

Top photo: Myrna Cunningham.

All photos by Teresita Orozco Mendoza. 

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