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Descolonizando la moda, una pasarela a la vez.

Entré a la industria de la moda a la edad de 30 años, lo que la industria considera “tarde en la vida”. Antes de eso, trabajaba en medios visuales desde el cine hasta la fotografía. Realmente no me considero elegante, o a la moda, pero tengo buen ojo para eso. Mi primera introducción al mundo de la moda empezó a la tierna edad de dos años cuando miraba a mi abuela, Hazel, desarrollar sus propios textiles usando lana de oveja y tintes naturales para crear  alfombras Navajo tejidas de forma complicada. La ayudaba a cardar a mano la lana, para poder hilarla. Su proceso paso a paso me permitió desarrollar una mejor comprensión del color, textura, y forma. Tristemente mi tiempo con ella lo viví por poco tiempo, ya que perdió la batalla contra el cáncer un año después. 

A lo largo de mi niñez, continué interesado en la moda pero nunca actué en consecuencia, mayormente porque de forma ingenua, equiparaba la moda con la feminidad, así que la evitaba por completo para protegerme de ser “descubierto” como gay y dos espíritus. Siempre que mis amigas o primas jugaban con sus muñecas, solo podía observarlas de lejos, deseando ser ellas. En vez de eso, me sumergí en el mundo imaginativo de los libros. Viviendo en una granja, aislado del mundo, no había mucho que pudiera hacer excepto usar mi imaginación corriendo en capas con un palo de madera, fingiendo ser un hechicero. 


 

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Modern Indigeneity photoshoot styled by Niya DeGroat, featuring model Bianca Mead. Photo by Roberto Cordero Jr.


Años más tarde, en el verano de 1995, los diseños de vestuario de la exitosa comedia "Clueless" revitalizaron aún más mi amor por la moda. La semilla fue sembrada, pero yo seguía ignorándola. La película inspiraría más mi amor por el cine, el cual me llevó a conseguir mi primera licenciatura en estudios cinematográficos, con especialización en música y teatro, en la Universidad de Nuevo México. Lo más destacado de mis estudios fue producir mi propio documental, “Atrapado en Imágenes”, un cortometraje estudiantil que explora la malinterpretación de nativos americanos en la cultura pop de películas de Hollywood hasta mascotas de temática Indígena.

Después de graduarme, me trasladé a Flagstaff, Arizona, para trabajar brevemente como miembro del equipo de Sears Portrait antes de matricularme en la Universidad del Norte de Arizona para estudiar fotografía. Como un estudiante salido recientemente del closet, me enamoré de las revistas de moda, me dije repetidamente que un día mis fotos terminarían en las páginas de Vogue, Elle, o GQ. Para diversión de mis amigos, cuando ojeaba las revistas de moda, podía nombrar fácilmente a los diseñadores de alta gama sin tener que echar un segundo vistazo. Mi título de fotógrafo me hizo conseguir mi primer trabajo de ensueño como fotógrafo gerente de estudio para Kim Jew Portraits en Albuquerque, Nuevo México. Después de dos años, dejé ese puesto y regresé a Flagstaff para estar con mi familia y ayudar a criar a mis sobrinas y sobrino.




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Model Rebecca Jo Acero wearing ACONAV, styled by Niya DeGroat for Indigene magazine. Photo by Justin Villalobos.


En el 2012, mientras trabajaba de forma independiente como fotógrafo, respondí a un anuncio de Craiglist de un diseñador local emergente que buscaba pasantes para ayudarla en su participación en el campamento de entrenamiento para diseñadores de tres meses de la Semana de la Moda de Phoenix. Con poca experiencia, me metí de lleno. Compré mi primer iPhone, descargué las aplicaciones en redes sociales necesarias y me convertí en un creador de contenido autodidacta. Las necesidades de la pasantía se ajustaban sin duda a mis habilidades de comunicación visual.  Tres años después, me uní al equipo de la Semana de la Moda de Phoenix como pasante de planeación de eventos para ayudarlos con sus eventos de moda anuales, incluyendo su semana de la moda de cuatro días, el cual se realiza cada octubre. En pocos meses ascendí en el escalafón, comenzando como director de medios sociales y marca hasta llegar a ser director de multimedia durante mis seis años en la empresa.

En mi primer año en la compañía, recuerdo vívidamente una epifanía que tuve durante la primera noche de la Semana de la Moda de Phoenix, la cual se realizaba en el Talking Stick Resort, un casino tribal propiedad de la comunidad india Salt River Prima-Maricopa en Scottsdale, Arizona. El primer día, después de contemplar el glamour y el espectáculo del desfile, di un paso atrás y me di cuenta de que era la única persona Indígena que había. Exploré todo el complejo buscando personas que se vieran como yo, pero aparte de algunos guardianes, camareros, y amas de llaves, la visibilidad de gente nativa en el resort era escasa. Después de todo, el casino atiende a una clientela no nativa del área metropolitana limítrofe de Phoenix.



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Modern Indigeneity photoshoot styled by Niya DeGroat, featuring model Bianca Mead. Photo by Roberto Cordero Jr.


No fue hasta que me dirigía a mi habitación de hotel que me topé con una pequeña habitación a la par de los ascensores llamada “Exhibición Cultural”. En este espacio, vi varios artefactos nativos encapsulados dentro de vitrinas o montados en la pared. Recuerdo que pensé: “¡Oh, ahí estamos! Somos remanentes del pasado acumulando polvo, omos taxidermias en la pared”. Este rincón servía como recordatorio de que en Estados Unidos, los Pueblos Indígenas estaban fuera de vista, fuera de la mente. Hasta este punto en mi vida, me había acostumbrado a la idea de que siempre iba a ser la única persona nativa presente en espacios de gente blanca, ya sea en el aula, en un concierto, en una producción de teatro, y ahora, en un desfile de modas. 

Ya harto, sabía instantáneamente que debía ser el creador de cambios; así que, como preparación para la siguiente temporada, ayudé en la búsqueda de diseñadores Indígenas locales. Esto nos llevó al reclutamiento de dos marcas: ACONAV, una marca de moda propiedad del diseñador de Phoenix, Loren Aragon (Pueblo Acoma), y Marisa Mike (Diné), una diseñadora de Tonalea, Arizona. Poder ser mentor de estos diseñadores y ver sus diseños en la pasarela de la Semana de la Moda de Phoenix, y, lo más importante, poder indigenizar colectiva y legítimamente el espacio de moda que ya estaba teniendo lugar en la tierra nativa, fue uno de muchos momentos destacados en mi carrera. Un año después, Loren Aragon se llevó a casa el codiciado título de Diseñadora de Alta Costura del año 2017, una novedad en la historia de la Semana de la Moda de Phoenix.


 

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Model Raquel Huerta wearing ACONAV, styled by Niya DeGroat. Photo by Justin Villalobos.


 

Al pasar de los años, reclutamos más diseñadores nativos para que fueran parte de nuestros campamentos, incluyendo a Orlando Dugi (Diné), Alicia Vasquez (Yaqui/Apache) de Dotlizhi, Sage Mountainflower (Ohkay Owingeh/Taos/Diné), y Calandra R. Etsitty (Diné) de Winston Paul. Mi trabajo con estos diseñadores me inspiró a conseguir mi maestría en periodismo de moda del programa en línea de la Academy of Art University, porque me percaté del vacío en la industria al momento de hablar del campo emergente de la moda Indígena. Según una encuesta de la Asociación de Líderes de Noticias de 2018, los periodistas nativos americanos representan menos del uno por ciento del empleo en las salas de redacción en los Estados Unidos, para periodistas en moda, es aún menos. Antes de estudiar periodismo de moda, solo sabía de dos periodistas Indígenas que escribían sobre moda: Kelly Holmes (Cheyenne River Lakota), quien creó la primera revista Indígena americana de moda en el 2012 llamada Native Max, y Christian Allaire (Ojibwe), una escritora contribuyente para Vogue. 

No es sorprendente que, como la mayoría de las instituciones educativas en los EE. UU., el plan de estudios de la Academy of Art University sea en su mayoría eurocéntrico y se enfoque predominantemente en el sistema de moda occidental. Sin embargo, esto funcionó a mi favor, como era el único estudiante Indígena, me permitió no solo dar a conocer la moda Indígena, sino convertirla en el foco de mi proyecto de tesis, el cual era producir mi propia revista de portada a portada. Con el respaldo de mis asesores, además de tomar cursos adicionales en estilismo de moda, publicación de revistas y dirección de arte, la revista Indigene nació. La revista celebra y destaca el tapiz siempre cambiante de la moda Indígena al compartir y presentar historias y culturas nativas de manera auténtica a través de perspectivas progresistas y narraciones únicas.

 

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Niya DeGroat

 

A lo largo de mis diversas carreras, siempre he puesto mi Indigeneidad al frente de mi trabajo. A veces es más fácil decirlo que hacerlo, especialmente cuando se trata de moda nativa, no todo el mundo la entiende. Para la audiencia principal, los diseños Indígenas modernos no son lo suficientemente vanguardistas, y para la audiencia nativa, los diseños ya no son Indígenas debido a los elementos contemporáneos. La belleza de la moda nativa es rica y compleja. A diferencia de la moda occidental, no hay un libro escrito por un nativo disponible para que pueda estudiar cómo solía vestirse mi tribu a lo largo de la historia, y mucho menos la vestimenta única de las otras 573 naciones Indígenas que viven en los Estados Unidos y las innumerables otras que existen fuera de las Américas.

Además, cuando se trata de nuestras insignias, este tipo de ropa no es para la vista del público, o para ser usada como un grito de la moda. La ropa tradicional se usa principalmente con fines espirituales, que al mundo exterior le gusta apropiarse y fetichizar. Pero, no es mi responsabilidad dar sentido a la moda nativa contemporánea; solo puedo arrojarle luz a eso. Y aunque aún no he llegado a las páginas de Vogue (y está bien si nunca lo hago), continuaré indigenizando la industria con una historia, una sesión de fotos, un desfile a la vez. 

– Niya DeGroat (Diné) es un periodista de moda y creativo multidisciplinario comprometido a elevar la discusión sobre el campo emergente de la moda Indígena y narración de historias en las Américas y más allá. Es ciudadano de la Nación Diné del lago Mariano en Nuevo México. 

 

 

Top photo: Phoenix Fashion Week Native Runway. Photo by James Almanza.

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