Bajo la mirada pública, México se ha mostrado como un ferviente defensor de los derechos Indígenas tanto a nivel internacional como nacional. Por una parte, en 2007 votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUPDI) y es signatario del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales. Además, su Constitución enumera una serie de artículos para la protección de derechos de los Pueblos Indígenas. No obstante, la violencia contra los Pueblos Indígenas prevalece en el país.